Seminario Nacional Permanente 2017

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“Refrendamos la responsabilidad que tenemos, ante los campesinos de México, por los que seguiremos trabajando para beneficio de ellos y de nuestro país”:

Lic. Luis ángel López Escutia, Magistrado Presidente del Tribunal Superior Agrario.




Al intervenir como Ponente en el Seminario Nacional Permanente “La Participación del Estado en el Desarrollo Agrario”, llevado a cabo el 26 de abril de 2017, el Magistrado Presidente del Tribunal Superior Agrario, Licenciado Luis Ángel López Escutia, afirmó que el nacimiento de los Tribunales Agrarios es el resultado de una larga lucha y de las demandas campesinas que provocaron la Revolución Mexicana en 1910.

Este trascendental evento tuvo lugar en la antigua sede del Senado de la República y fue organizado por la Senadora María Hilaria Domínguez Arvizu, Secretaria de la Comisión de la Reforma Agraria del Senado de la República, con la participación de la Procuraduría Agraria, las Cámaras de Senadores, de Diputados, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, La Universidad Autónoma Chapingo y el Tribunal Superior Agrario.

En su ponencia titulada “Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Vigésimo Quinto aniversario de la Reforma al artículo 27 constitucional”, recordó el Licenciado López Escutia, que el Maestro Antonio Díaz Soto y Gama, afirmaba en el prólogo del libro “Génesis de los artículos 27 y 123”, escrito por el Constituyente Pastor Rouaix, que la redacción del Artículo 27 constitucional, fue el más importante de todos los artículos, según declararon los firmantes de la iniciativa de ley en el Congreso Constituyente de 1917, de la primera Constitución Social del Siglo XX.

Lo anterior, explicó el Magistrado Presidente del TSA, lo basaba Antonio Díaz Soto y Gama, en que el origen profundo, la causa primigenia de la reforma Agraria, no es otra que la injusticia secular de que fueron víctimas nuestros campesinos desde la época colonial hasta el régimen porfirista, no sólo por los inicuos despojos de tierras, sino también por la explotación sufrida en los latifundios, según declararon los firmantes de la iniciativa de ley en el Congreso Constituyente de 1917, de la primera Constitución Social del Siglo XX.

El ponente citó al Ingeniero Pastor Rouaix, quien señaló que la promesa de reivindicaciones agrarias contenidas en el Plan de San Luis, cundió con sorprendente rapidez, y a su conjuro , lo mismo se levantó el campesino de Chihuahua y Durango, que el de Puebla y Morelos, dándose el primer caso en la agitada existencia de la nación, de que fuera derrocado un gobierno que aparentaba enorme solidez, con el sólo esfuerzo del pueblo, sin que hubiera contado con la ayuda de una sola corporación militar organizada.

Afirmó López Escutia, que la aprobación del artículo 27 no fue nada fácil, pues en su primera redacción llevada a cabo por Carranza, no atacaban el problema fundamental de la distribución de la propiedad territorial, que debía estar basada en los derechos de la nación sobre ella, y en la conveniencia pública, según palabras del Constituyente Pastor Rouaix.

“Lo anterior, recordó el Magistrado Presidente, fue un punto de partida para dar solución al problema agrario, al declarar en el Congreso Constituyente de 1917, que la propietaria originaria de las tierras y aguas comprendidas dentro del territorio nacional, es la nación mexicana, y así nos lo confirma el investigador constitucionalista Diego Valadés, al catalogar esta medida como una de las decisiones jurídico-políticas emanadas de la soberanía, de mayor trascendencia en la historia constitucional mexicana”.

Al referirse a la reforma al artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consideró que entre las aportaciones está la creación de tres instituciones: La Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional y los Tribunales Agrarios, éstos últimos, enfatizó el López Escutia: “son el resultado de una larga lucha agraria y de las demandas campesinas que provocaron la Revolución Mexicana en 1910.

Agregó el Magistrado Presidente del TSA: “Con la creación de los Tribunales Agrarios se busca una justicia honesta, pronta y expedita, para los campesinos y productores rurales de México, así como un régimen de convivencia pacífica en el marco de la Ley, que permita a los ejidos y comunidades, condiciones adecuadas para su desarrollo en plenitud humana y social.

Finalizó su intervención exhortando a unir esfuerzos legislativos, académicos, de productores del campo, de procuración y de impartición de justicia agraria, en este Primer Seminario Nacional Permanente, para fortalecer a las instituciones y vigorizar el Estado de Derecho, en beneficio del sector agrario del país.